Me sorprendió descubrir que tanto la cosmogonia de nuestros antepasados de la cultura de la Diosa cómo la Taoista se basan en el mismo principio, es decir la fuente primigenia de la creación de la vida es el principio femenino.
En la cultura de la Diosa ella representa la fuente de la vida, la unidad de la cual surgen todos los seres siendo ella la única inmutable, es decir, es el principio de vida en si misma.
En la concepción Taoista la vida también surge del Yin Supremo, el principio femenino de la creacción, la unidad base de la cual surge la diversidad.
Las formas de vida que contiene el principio femenino personificado como la Diosa forma parte de un ciclo constante de nacimiento y muerte, luz y oscuridad, caos y orden, este movimiento dual me recuerda al simbolo que surge del Yin Supremo base de la vida, el Tai chi, simbolizando también el ciclo, la dualidad, el movimiento, el surgir de todos los seres ya que tienen un componente femenino Yin y otro masculino Yang.
Y del movimiento de la dualidad Yin/Yang, blanco y negro surge el tres.
La trinidad es el triskel, pues de la Diosa madre surge su principio Masculino y su Hijo, formando la trinidad, el triskel que después veremos tan marcadamente en la cultura Celta e Ibera…. pues el triskel estabiliza el movimiento dual.
En la tradición Cristiana podemos encontrar el trisquel, la trinidad, como Padre, Hijo y Espiritu Santo.
En el Taoismo la triada viene dada por la conjunción de la energía del Cielo-Masculina con la Femenina-Tierra que dan lugar al ser Humano-Neutro que otorga equilibrio y estabilidad a estas dos fuerzas antagónicas y complementarias.
Por ello en la corriente Taoista se dice que la persona es la unión del Cielo, que aporta Inspiración, cualidades elevadas de Belleza y Armonía que con la unión con la Tierra que aporta estructura, arraigamiento, raíz da lugar a que el fruto de los dos sea el ser Humano, vinculado al corazón y al amor. Por ello se dice que somos hijos del Cielo y la Tierra. La representación vendría a ser un hermoso arbol que tiene la copa en el cielo, sus raices en la tierra y la persona en el centro, en el corazón.
La Diosa es una tradición que está vigente en nuestro inconsciente colectivo, que dará lugar a la multiplicidad de culturas que vinieron después, y que su simbolismo sea tan paralelo a la cultura Taoista me ha parecido muy interesante, quizás venimos de una tradición unánime, expresada de maneras diferentes pero con un mensaje en común.
Susanna Ruiz